Juan Sobrino Pérez-Crespo, Oficial de la Armada y en la actualidad director de la Escuela Naval Militar, comparte con cuv3 su opinión sobre la identidad nacional.
P: ¿Cree que la Fiesta del 12 de Octubre tiene la trascendencia que se merece?
R: El 12 de octubre es el día de la Fiesta Nacional de España, y eso supone mucho más que una mera celebración militar. Al igual que sucede en muchas otras naciones de diversos entornos, ese día se conmemora el sentimiento natural de amor a la patria que tienen los nacidos en un mismo país. Tal vez en España se han venido difuminando los perfiles de lo español por diferentes avatares históricos sufridos en los siglos XIX y XX o por algunas reivindicaciones territoriales, pero no cabe duda de que tenemos muchas cosas de las que presumir y de las que sentirnos orgullosos como españoles. Y la Fiesta del 12 de octubre es el día en que todos somos llamados a celebrarlo. Tal vez pudiera afirmarse que en España tenemos un problema con nuestra identidad nacional. Lamentablemente parece que sólo nos atrevemos a mostrar el orgullo de ser y sentirnos españoles cuando celebramos los triunfos de la selección nacional de fútbol, o los de Rafa Nadal. Y eso no sucede en ningún país de nuestro entorno. Es tal vez un problema psicológico, de complejos que han calado y que costará tiempo revertir.
P: ¿Cuáles son los valores que definen al Ejército? ¿Cree que pueden servir de ejemplo al resto de los ciudadanos?
R: Hay muchos principios y valores que rigen la vida de los que han elegido servir a España en el seno de sus Fuerzas Armadas. En la Escuela Naval, por ejemplo, están destacadas en bronce en la pared Sur del Patio de Don Álvaro de Bazán las palabras “Honor, Valor, Disciplina, Lealtad”, que son como cuatro puntos cardinales que marcan el rumbo de la vida de servicio. Pero entre estos cuatro rumbos o principios básicos, se intercalan otros muchos “rumbos intermedios”, igual de importantes que los citados, y que deben formar parte de nuestra misma esencia como militares. Entrega, sacrificio, entusiasmo, compromiso, o los que recitaba Calderón en su verso: “…… el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son, caudal de pobres soldados, que en buena o mala fortuna, la milicia no es más que una religión de hombres honrados”. Los integrantes de las Fuerzas Armadas no se consideran en absoluto poseedores exclusivos de los valores que son consustanciales a una vida profesional cuyo único fin es el de servir a su nación y a sus conciudadanos. Todos los ámbitos profesionales que se realizan con entrega y rectitud son ejemplares.
P: El número de personas que darían la vida por España es bajísimo, ¿por qué cree que esto es así?
R: Tal vez pueda ser por la crisis de valores que en mi opinión atraviesa la sociedad española. En una época reciente, se ha transmitido un sentir colectivo de conseguir logros con poco esfuerzo, ganar dinero fácilmente, o el fomento del individualismo y el ir cada uno a lo suyo. Ese caldo de cultivo dispara el egoísmo, o lo que es lo mismo, la ausencia de un sentir colectivo que ponga a España y a sus intereses entre las prioridades de los individuos. Si a ello sumamos la mínima percepción de riesgos, porque es más cómodo vivir pensando que no los hay, y la escasa cultura de Defensa que tienen una gran parte de los españoles, no es de extrañar que al ser preguntados, la mayoría exprese ese sentimiento tristemente mayoritario: que lo haga otro.
“España es un caudal de talento”
P: ¿Cree que es importante la unidad en España? ¿Por qué?
R: Cualquier sociedad debe regirse por unas normas de juego que están contenidas en las Leyes que las fijan. Los españoles nos hemos dado una Constitución que determina lo que es España, una nación unida y diversa en la que los principios de solidaridad e igualdad ante la Ley marcan nuestro devenir. Si no somos capaces de respetar las normas del juego que marcan nuestra convivencia estamos abocados al desastre. En un contexto internacional en el que lo inteligente es unir en lugar de separar, es sumar en lugar de restar, en el que la unión hace la fuerza, estoy convencido de que España es más unida que dividida. La unidad no divide, multiplica.
P: ¿Qué es para usted España?
R: España es un lujo que se nos ha dado. España comienza con Grecia y con Roma, fíjese desde entonces todo lo que nos contempla. Visigodos, musulmanes, reconquistas, Austrias y Borbones. España es un legado rico y generoso que a veces parece que es de locos que nos podamos cuestionar. España ha sido y es un referente de Occidente. España es la nación decana de Europa. España ha sido la emprendedora, valiente y expedicionaria nación que por mar ha abierto los ojos del Viejo Continente. España es un caudal de talento. España es un pasado, un presente y un porvenir indisolublemente unidos. España está por encima de todo y de todos. España es tan grande y tan fuerte, que hasta el propio Bismarck afirmaba: “España es el país más fuerte del mundo, lleva siglos tratando de destruirse a si misma y todavía no lo ha conseguido”.
[Vea éste y otros reportajes en el número 34 de La Correspondencia de Villanueva]
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